Si puedes soñarlo… puedes hacerlo (W. Disney)

Decía Enrique Dans en su famoso libro que Todo va a cambiar. Aunque de lectura más que recomendable, pensamos que el título es poco afortunado. Nos atrevemos a proponer dos alternativas: todo está cambiando o incluso… todo ha cambiado. Como muestra, hoy traemos a este blog dos interesantísimas experiencias.

La primera, la encontramos hace unos días en TED. Como ya sabéis, TED -acrónimo de Technology, Entertainment, Design- es una organización sin ánimo de lucro que se creó para la difusión de ideas innovadoras. Las conferencias -generalmente breves- están en inglés, pero para los que tengan (tengamos) problemas con el acento, hay muchas que están subtituladas en español. Cuento con vuestra complicidad para recomendaros un par de cosas: tener a mano el canal de TED y buscar todas las semanas un hueco para ver una (una) conferencia. En la de hoy podremos atisbar un futuro en el transplante de órganos sólidos hecho -nunca mejor dicho- a medida del paciente, lejos de los rechazos y de las complicaciones asociadas al uso de los inmunosupresores. ¿Crees que es posible imprimir un riñon humano? Sí, imprimirlo. En este video Anthoy Atala nos explica cómo. Quizá en un futuro los FAP estemos promocionando el uso racional de los cartuchos de tinta. Quién sabe…

https://ted.com/talks/view/id/1088

La segunda experiencia no es tan espectacular, pero no por ello es menos importante. Ayer leímos en PharmaTimes que se había publicado en Nature Biotechnology un estudio titulado Accelerated clinical discovery using self-reported patient data collected online and a patient-matching algorithm que es toda una sorpresa por su innovadora implementación ya que es la primera vez -que sepamos- que se ha utilizado una red social para evaluar un tratamiento en una determinada población, en tiempo real. La historia, brevemente, es la siguiente: PatientsLikeMe es una red social hecha por y para pacientes que aglutina a más de 100.000 personas. Por otra parte, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una dolencia sin tratamiento efectivo para la que se ha utilizado el carbonato de litio -en una indicación oficialmente no reconocida- después de la publicación de los resultados de un pequeño ensayo clínico (n=40) simple ciego.

Con estas premisas, PatientsLikeMe decidió utilizar su web para recoger los datos de los pacientes con ELA registrados que estaban tomando carbonato de litio por indicación de su médico y diseñar un análisis observacional de los resultados proporcionados por ellos mismos en función de una escala específica. Cuando el estudio finalizó, se disponía de información relativa a nada menos que 4.318 pacientes de los cuales, tomaban carbonato de litio 348 (9%). De ellos, tras aplicar los criterios de inclusión y exclusión se incluyeron los datos de 149 en un análisis por intención de tratar. Para obviar los sesgos derivados de la no aleatorización,  se desarrolló un algoritmo que relacionó los datos de estos pacientes con los de 447 controles, en función de la progresión de la enfermedad. Finalmente, se observó que, tras 12 meses de tratamiento el litio no era efectivo sobre la progresión de la enfermedad.

Los autores afirman que la recogida de información de los propios pacientes a través de las redes sociales es una opción viable, rápida y económica que complementa -no sustituye- los resultados de los ensayos clínicos controlados. Toda una revolución que pone al paciente no ya en el centro de la atención sanitaria, sino de la propia investigación biomédica. Obviamente, esto es solo el principio de algo prometedor que puede modificar para siempre la forma en la que obtenemos los datos de seguridad y eficacia de los tratamientos. Sin duda alguna, todo va a cambiar, todo está cambiando y, mientras la tinta electrónica expande sus dominios, ya le hemos encontrado una nueva aplicación a las impresoras. Sueño, luego existo…

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