Abriendo la lata

Nos apuntamos al #CarnavalSalud de la mano de @monicamoro en un mes de julio complicado con vacaciones, trabajo y en medio de un (otro) naufragio personal. Pero hoy no toca hablar del ruido de mis tripas, porque Mónica nos plantea una reflexión sobre si los eventos, jornadas, reuniones, que tienen como común denominador la Salud 2.0 sirven o no para algo. ¿Sirven para algo? Nunca me había hecho esa pregunta. Así que aprovecharé estas líneas para dar una respuesta, pensando en voz alta, a vuelapluma…

Por cuestiones profesionales, @randrom y yo llevamos casi un año intentando abrir la lata a nivel corporativo. No. No me voy a referir a los eventos con compañeros. Sino los que hemos hecho con los jefes. Los que mandan. Los que deciden. Largas sesiones en las que hemos explicado que el mundo ha cambiado, que Internet impregna nuestras vidas, que ahora, además del sol, tenemos la nube. Y que todo esto puede tener un impacto directo en la atención sanitaria. Ahora saben de primer mano que los pacientes, navegan. Buscan información. Y se buscan entre sí y a los profesionales que los atienden. Que por su parte éstos han encontrado una nueva forma de informarse, de contactar con personas con sus mismas inquietudes en lo laboral y en lo personal. También les hemos mostrado cómo las posibilidades técnicas permiten que la interacción profesional-sistema sanitario-paciente entre en una nueva dimensión…

Pero ¿y qué? ¿qué ha cambiado en los 3 años que tiene este blog? Todo y nada. Estamos en medio de una vorágine de cambios, pero en una coyuntura adversa. Los jefes están muy ocupados apagando el gran incendio mientras nosotros les tiramos del pico de la chaqueta. El RSS, los discos duros virtuales, la blogosfera, las apps… están cambiando la forma en que hacemos las cosas. No. Esto no es una moda pasajera. No puede serlo. No volveremos a los favoritos. Ni a los pendrives o los CD-RW. Tampoco volveremos a los libros. El mundo sigue su curso.

La única decepción procede de quienes se creían que esto era pan comido. A piece of cake. Llegaría el mago de turno y epataría al personal con sus trucos: nada por aquí, nada por allá… y se hizo la nube. Nada por aquí y nada por allá… y se hizo la red social corporativa. Pero no. Las cosas no son tan fáciles. El cambio todo lo envuelve. Nos empapa. De abajo a arriba. A veces, en sentido contrario. Pero ahora, estamos en un momento crítico, a lo que se suma que el hombre es un animal de costumbres al que gusta viajar a lomos de la inercia.

La tormenta perfecta pasará. Volverán las aguas a su cauce. Y quedarán las nuevas herramientas. Quedará otra forma de hacer las cosas. Pero sobre todo, quedarán los valores que las sustentan: transparencia, coherencia, generosidad para compartir, humildad para aprender, compromiso con la Salud Pública. Ha cambiado todo y parece que no ha cambiado nada. O puede que sea alrevés. No. No tengo la respuesta. Pero seguimos intentando abrir la lata. Nuestra lata. Tu lata. Nadie dijo que fuera a ser fácil…

4 comentarios

  1. Sin duda, dificilisimo… Estas dentro, crees que tienes una varita magica que lo cambia todo y empiezas a chocar con icebergs invisibles, con montañas más resistentes que nadie, y empiezas a hacer un agujerito con una cuchara, lento pero seguro, muy lento, tal vez demasiado.

    Pero como dices todo pasará, y lo que hoy sigue siendo raro y friki, será lo normal.

    Gracias por contarlo.
    Un abrazo

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